Los sentimientos son siempre motores del arte. De los escritos, de las pinturas, de cualquier expresión que intente retratar en el exterior, qué es lo que está pasando por el alma de una persona. Entre las parejas hay miles de sentimientos que han hecho que se escriban las mejores cartas o se puedan decir las mejores cosas. La culpa, el amor, la traición y en este caso, la infidelidad, son lugares comunes para quienes quieren expresar una vivencia, no del todo grata.
Nosotros hijos del pecado es una muy buena opción para contar qué es lo que se vive estando en una de sus situaciones.
Nosotros hijos del pecado,
ángeles de amor demonios de pasión,
nosotros entre besos y caricias...
desbravamos nuestras mentes,
y nos perdemos entre los sentidos....
del placer y la lujuria, ambos...
Queremos descubrir nuestros cuerpos,
perderme en ti, tú en mi, resbalar en nuestra esencia,
las manos se entrelazan, se estudian,
vibran al contacto de piel ansiosa,
somos ángeles y demonios en la danza del placer,
esclavos y patrones de nuestros...
Instintos, del pecado,
permanecemos en coro melodías de amor,
el aire nos embriaga su sabor de miel,
caricias en frutos prohibidos excitantes,
ojos en los ojos, brazos envuelven flancos,
danza frenética, mapas de éxtasis.
Cojo cada gota de oscuros paraísos,
de vivaces infiernos de ángeles o demonios...
nos nutrimos de dulce linfa arrancada a la noche,
en el sepulcro de nuestro pecado.
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